17/10/15

OSMTH-TOLEDO en MORELLA


Cuando todo se ve oscuro y no encuentras nada más que engaños y falsedades, aparece la luz del Señor y su pureza no da fuerzas para seguir.

 

En los días 2 y 3 de octubre de 2015 para la mayoría del orbe serán unos día mas a sumar en la singladura del a veces hastiado tiempo que transcurre lentamente al compás de las manecillas de un reloj, en cambio, para la Orden del Temple en el Reino de España, serán unos días recordados por haberse celebrado una investidura de caballeros, que a priori nadie, o casi nadie, creía en que llegase a realizarse. Pero no olvidemos que las apariencias engañan y el ojo humano, y más la mente, yerra con más frecuencia de lo que cualquier ser humano alcanza a comprender.

 

Morella, la antigua Castra Aelia de los romanos, allí donde el Cid presentó batalla al rey moro de Lérida y Tortosa Al-Mundir al-Hayib y al rey cristiano Sancho Ramírez de Aragón el 14 de agosto de 1084, allí donde en el año 1232, tras memorable batalla el rey templario Jaime I de Aragón la reintegro definitivamente a la cruz, allí donde fue feudo del carlismo en tiempos del general Cabrera, Morella señorea el paisaje del Alto Maestrazgo; y en tan magno marco, el Gran Priorato de España de la OSMTH-OSMTJ, invistió a sus último caballeros siendo testigo de ello los ciudadanos morellanos, que con la complacencia y dirección espiritual de su arcipreste, permitieron que una vez más La Orden del Temple morase entre sus milenarias murallas para no solamente confraternizar con ella, sino para que sus neófitos, revestidos del blanco manto templario, se armasen caballeros ante Dios nuestro Señor y ante los hombres en la Iglesia Arciprestal de Santa María la Mayor.

 

Muchas cosas han sucedido en los últimos años, pero todo trabajo bien hecho tiene su justa recompensa, y aquellos que un día se vieron abandonados a su suerte, hoy pueden decir que forman parte de la Blanca Milicia de Cristo porque había Templarios que si les importaban y que siguiendo su regla, no estaban dispuestos a que tal injusticia se viese consumada. Por fin su destino se vio cumplido.

 

Hablar de Vela de Armas y de Investidura seria repicar más de lo mismo como en anteriores ocasiones, todas son diferentes, para cada cual la suya es la mejor, pero conciliaremos que esta ha sido especial; quizás el número de hermanos investidos no ha sido el que algunos puedan pensar que debe de ser el mínimo necesario para que sea aceptable, quizás también otros pensaran que el número de asistentes tampoco era el idóneo, pero no vamos a hablar de cifras, porque mientras se invista un hombre o mujer, y lo haga por un Caballero o Dama que tenga las atribuciones necesarias, es más que suficiente, lo importante es hacerlo, y siempre con la anuencia del Gran Maestre Don Fernando, al que todos los Caballeros y Damas del Temple debemos lealtad, sean cuales sean sus decisiones.

Mas no fue solamente una investidura, fue también el momento en que un grupo de hermanos de la OSMTH-TOLEDO pudieron comprobar in situ que nuestras palabra y hechos se ajustan al ideal de San Bernardo. El cumplimiento de su regla fue la prueba necesaria para ver que estamos en el mismo lado, que compartimos el mismo ideal y que nuestro camino es el mismo. A partir de ese momento nuestros recorridos dejaron de ser paralelos, incluso divergentes, para llegar a la conclusión tras los tangibles acontecimientos vividos y compartidos, que las sendas convergen y se unen fraternalmente.

 

La mejor conclusión de todo esto es que el Temple en España ha pasado de sobrevivir aun desde los traspiés de muchos la Orden del Temple sigue hacia delante, para ello solo hace falta algo tan sencillo como que los hermanos se aúnen; dicen que aguas pasadas no mueven molinos, pero si dejan fango. Cada uno debemos de aportar lo que tenemos para que nuestra milenaria Orden siga adelante en un in crescendo que parecía que estaba aletargado, pero que hoy podemos decir que la OSMTH-OSMTJ y OSMTH-TOLEDO del Reino de España, unen fuerzas para que la Orden del Temple este más vivo que nunca.

 

+ Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomine, Tuo Da Gloriam +
TOLEDO, Octubre 2015. Anno Templi DCCCXCVII

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